jueves, 6 de marzo de 2014

Oraciones reflexivas y recíprocas

¿Qué pasa cuando coinciden el sujeto y (alguno de) los complementos?

En la vida real, hay muchas acciones o procesos en los cuales una misma persona realiza distintos roles a la vez: me lavo o no me lavo, me pinto mi casa, me hago un retrato, nos miramos a los ojos, nos enviamos mensajes con el whatsapp, os reconocéis por la calle, se aman, etc.
O sea, además de actuar como agentes, hablantes, experimentadores, también podemos ser el objeto afectado o el destinatario o el causante de esa misma acción/proceso.
Así de complicados somos.

Reflexividad

En casi todas las lenguas, hay marcas que distinguen aquellos procesos y acciones en los que un sujeto agente, hablante o destinador se refiere a sí mismo/a:
me peino, me digo, me organizo, etc.

Reciprocidad

También se diferencia sintácticamente una relación a dos (o más) bandas, entre agentes, hablantes o destinatarios, que intercambian las mismas acciones o procesos, de forma simultánea, por lo general con verbos cognitivos y comunicativos:
nos saludamos, se reconocieron, se hablaron.

Pronombres reflexivos y recíprocos

Vamos a analizar las oraciones que incluyen pronombres reflexivos y recíprocos.
No se distinguen por la forma, ni por la sintaxis (núcleos de un Sintagma Nominal) sino por el uso que hacemos de ellos en un enunciado:

Número / Persona
Singular
me
te
se
Plural
nos
os
se

De acuerdo con el uso, los pronombres recíprocos suelen aparecer en plural; pero puede ocurrir que se construyan en singular, si el sujeto está formado por un nombre colectivo:
La gente de este pueblo se relaciona muy bien (entre sí). 
Como norma general, los pronombres reflexivos átonos pueden acompañarse de un reflexivo tónico (SPrep): a/por mí/ti/sí mismo/a.
Me corto el pelo por/a mí mismo.
Por su parte, los pronombres recíprocos son coherentes con el uso de sintagmas que expresan la mutualidad o la reciprocidad: entre nosotros/as, unos/a a otros/as, mutuamente, etc.
La gente de este pueblo se relaciona muy bien entre sí. 
Pedro y Mara se citan el uno al otro con frecuencia.
Todos ellos son demandados por el verbo de la oración en que aparezcan. Es decir, tienen relevancia como argumentos que representan un papel semántico (objeto afectado, destinatario, causante).

Me (objeto afectado) peino.

Además, como acabamos de comprobar, tienen el mismo referente que el sujeto (son correferenciales); es decir, concuerdan con el sujeto y con el verbo en cuanto a la persona (1ª, 2ª, 3ª), y, salvo excepciones, también en el número (sing. y plural).

Nosotros nos llamamos por nuestro nombre.

Pedro y Mara se quieren mucho.

1) Oraciones reflexivas y recíprocas directas

Los pronombres desempeñan la función de Complemento Directo (oración reflexiva o recíproca directa), si el verbo usa dos argumentos, p.ej. agente (Sujeto) y objeto afectado (CD):

Oración reflexiva
Pedro se (CD) lavó 
Oración recíproca
Mara y Pedro se (CD) miraron. 

2) Oraciones reflexivas y recíprocas indirectas

¿Qué ocurre cuando se hace explícito otro complemento directo en calidad de objeto afectado o tema?
Pedro se lavó la cara (CD).

Entonces, el pronombre reflexivo o recíproco cambia de papel (destinatario o beneficiario) y de función sintáctica (Complemento Indirecto).

Como consecuencia, el verbo utiliza TRES ARGUMENTOS:

- destinador (Sujeto), tema (CD) y destinatario (CI):
Mara y Pedro (Suj.) se (CI) enviaron un mensaje (CD).
(Cfr. María y Pedro le enviaron un mensaje a su amigo).

- agente (Sujeto), objeto afectado (CD) y beneficiario (CI):
Pedro (Suj.) se (CI) lavó la cara (CD).
(Cfr. Pedro le lavó la cara a Mara).

Si el verbo utiliza un complemento de régimen, el resultado es el mismo que si añadiéramos un CD:
Mara y Pedro (Suj.) se (CI) hablaron de muchas cosas (CRég).
(Cfr. Mara y Pedro hablaron a sus hijos de muchas cosas).

Además, la oración puede llevar uno o varios ADJUNTOS, que  no influyen en la función sintáctica de los pronombres:
Pedro y Mara (Suj.) se (CD) miraron felices (Complemento Predicativo) a la puerta de su nueva casa (CCLugar).
(Cfr. Pedro y Mara miraron felices su nuevo hogar).



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